Obligado a levantarse

El Real Madrid visita el Sánchez Pizjuán (22:00 horas – Canal+ 1) con la necesidad de dejar atrás la derrota en el clásico y sumar tres nuevos puntos en la carrera por la Liga. Di María será baja y Ramos está pendiente de Apelación y la cautelar.

Con la dura derrota en el clásico todavía reciente, el Real Madrid afronta el partido más complicado de los que restan en el calendario con la necesidad de dejar atrás la mala imagen de la última jornada ante el Barcelona. El equipo blanco visita el Ramón Sánchez Pizuján, donde espera un Sevilla inmerso de lleno en la lucha por los puestos europeos.

Castigados por las bajas

Carlo Ancelotti, además, contará con importantes ausencias por sanción en hombres habituales en las alineaciones como Ángel Di María, que cumple ciclo de amonestaciones tras la amarilla vista en el clásico. Ramos está castigado por Competición con un partido, pero el club blanco está pendiente de Apelación y la cautelar.

Para suplir estas bajas, el técnico italiano apostará por Raphael Varane en el eje de la zaga junto a Pepe, siempre que no prospere el recurso por Ramos, y por Isco o Illarramendi para acompañar una medular en la que Xabi Alonso y Luka Modric aparecen como fijos. Un centro del campo que tendrá la misión de llevar el peso del partido y vigilar de cerca a Rakitic, el hombre más desequilibrante del conjunto local y por el que pasa todo el fútbol.

Arriba, la BBC volverá a llevar una vez más el peso ofensivo del equipo con el objetivo de repetir el espectacular encuentro de ida en el Santiago Bernabéu, en el que entre los tres firmaron todos los goles en la contundente victoria por 7-3 ante los andaluces y dejaron la primera exhibición conjunta del tridente.

Un Sevilla al alza

Enfrente, un equipo sevillista que llega al duelo frente al Real Madrid con una racha de seis jornadas sin conocer la derrota. Desde que cayese frente al Barcelona por 1-4, los de Unai Emery han encadenado un empate y cinco victorias que les han permitido aferrarse a los puestos europeos. A esto hay que sumarle su reciente clasificación para los cuartos de final de la Europa League tras dejar en la cuneta a su vecino y máximo rival, el Real Betis.

Exigente prueba

La visita a Sevilla supondrá un buen baremo para medir la reacción del bloque blanco, que deberá levantarse y conseguir una nueva victoria si quiere mantener el igualado pulso en lo más alto de la clasificación con Atlético de Madrid y Barcelona, al que aventaja en un punto. El final de Liga ya está cerca y el partido del Ramón Sánchez Pizjuán aparece como una exigente prueba para valorar la capacidad de respuesta de un equipo herido.